Descripción
Las especialistas de Currimar seleccionan sólo el mejor bonito del norte, pescado uno a uno mediante el arte del ‘curricán’ (o pesca con caña). Los lomos son cortados a cuchillo en perfectas tajadas blancas y sumergidos en aceite de oliva, guardándose en maduración un mínimo de 20 meses. Este proceso da como resultado un agradable cambio en la textura y el sabor de la conserva.
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